Importancia de la identificación de los síntomas prodrómicos

Tres tipos de investigaciones han sido llevados a cabo para la detección precoz de la psicosis:

  1. Estudios sobre los signos tempranos o prodrómicos de la psicosis.
  2. Estudios sobre el primer episodio clínico de psicosis.
  3. Estudios de alto riesgo.

Los estudios sobre los primeros signos y síntomas prodrómicos, se dirige a identificar tempranamente a personas que no presentan claros síntomas de psicosis, aunque sí cambios no específicos en la conducta o características atenuadas del trastorno. Sin embargo, la utilización de esta estrategia para selección de los casos podría dar lugar a la inclusión en programas de tratamiento de personas que no lo necesitan (es decir, "falsos positivos"), si no se efectúa una observación cuidadosa de cada caso.

Los estudios sobre el primer episodio pretenden en identificar a las personas que manifiestan ya el trastorno lo antes posible, tan pronto como se inicia la psicosis. El principal propósito es reducir el periodo de la psicosis no tratada y el intervalo de tiempo que va desde su aparición al comienzo de un tratamiento efectivo, con el fin de mejorar la evolución clínica.

Los estudios de alto riesgo se centran en las fases muy anteriores a la aparición de los signos del trastorno y se llevan a cabo con familiares de primer grado de los pacientes. Su objetivo principal es la identificación de rasgos o marcadores fenotípicos que, utilizados conjuntamente con la proximidad genética, puedan predecir el riesgo de psicosis y reducir los falsos positivos. Los marcadores son rasgos estables, supuestamente relacionados con la biología del trastorno:

  1. Marcadores premórbidos bio-conductuales (anomalías atencionales, en el seguimiento ocular y en funciones neuropsicológicas fronto-temporales (la memoria operativa y las funciones ejecutivas).

  2. Factores prodrómicos de riesgo (disminución de la concentración y de la motivación, humor depresivo, trastornos del sueño, ansiedad, aislamiento social, suspicacia, deterioro del rol funcional e irritabilidad), a la vez que los criterios del trastorno de la personalidad esquizotípica (conducta peculiar; acentuado deterioro en la higiene y aseo personal; afectividad aplanada o inadecuada; lenguaje digresivo, vago, sobre-elaborado o circunstancial; pobreza del lenguaje o de su contenido; creencias raras o pensamiento mágico; experiencias perceptivas inusuales), añadiendo el estrés familiar, problemas perinatales y anomalías físicas menores.

  3. Déficit en habilidades sociales, de inicio típicamente en la adolescencia, que continúa en edades posteriores en forma de aislamiento social y pobre capacidad para procesar señales e información interpersonal.

 

Déficit cognitivos

  • Vigilancia o atención sostenida (CPT)
  • Rapidez en el procesamiento visual (Amplitud de aprehensión; Enmascaramiento retroactivo)
  • Atención selectiva y distraibilidad; procesamiento de estímulos complejos (interpretación de contextos)
Alteraciones neurofisiológicas
  • Respuesta de habituación reducida (reflejo de sobresalto)
  • Alteraciones en la inhibición sensorial (sensory gating) (P50)
  • Cambios en los potenciales evocados (P300; Mismatch negativity)
  • Cambios en el seguimiento ocular y tareas antisacádicas
  • Déficit en la respuesta de orientación ante sucesos ambientales (en la habituación de la conductancia de la piel)

Cambios en la conducta y la personalidad

  • Reducción de la respuesta emocional
  • Aislamiento / Anhedonia social
  • Características esquizotípicas, etc

Investigaciones recientes han permitido apreciar que las psicosis, especialmente las alteraciones del espectro esquizofrénico, pueden predecirse consistentemente a partir de síntomas ya presentes años antes de su manifestación clínica, incluso durante la infancia. Aunque el periodo prodrómico en la psicosis esquizofrénica incluye un promedio de dos años, desde el comienzo de los primeros cambios apreciables hasta la aparición de síntomas psicóticos claros, los cambios cognitivos y/o perceptivos encubiertos normalmente preceden a los síntomas manifiestos.

¿Por qué se produce retraso en la instauración del tratamiento?

Por dificultades en la detección de la psicosis

Mala interpretación por familiares y amigos de los signos prodrómicos como conductas normales en la adolescencia.
Sintomatología enmascarada: aparición lenta de los síntomas, retraimiento social, ideas delirantes de persecución.
Escasa divulgación de información sobre temas de salud mental.

Por resistencia a buscar ayuda.

Por negar la existencia del problema.
Por creer que puede resolverse sin ayuda.
Por el estigma asociado a los trastornos mentales.
Por falta de confianza en los profesionales sanitarios.
Por desconocimiento o falta de recursos.
Por tendencia a trivializar o minimizar los problemas.
Por deseo de mantener el problema dentro de la familia.
Por desconfianza hacia los profesionales y en los tratamientos.
Por desconocimiento de los recursos disponibles.

Por servicios asistenciales inaccesibles o poco eficaces.

Escasez de servicios de atención especializada.
Listas de espera y servicios sobrecargados.
Servicios no preparados para el tratamiento de la psicosis precoz.
Servicios prioritariamente dirigidos a la atención de los trastornos mentales graves.

Objetivos del tratamiento temprano

Comprender los síntomas de la psicosis.
Potenciar las capacidades de afrontamiento y la adaptación.
Mejorar las relaciones interpersonales.
Reducir la ansiedad y la depresión (y el riesgo de suicidio).
Evitar el consumo de drogas.
Comprender y modificar la interpretación que hace de las experiencias inusuales (ideas delirantes y alucinaciones).
Superar el estigma social.
Favorecer la cooperación y el cumplimiento terapéuticos.

LOS TRASTORNOS AFECTIVOS PUEDEN SER DESENCADENANTES DE LA PSICOSIS

En los estados de alto riesgo (prodrómicos)

- La depresión, la desesperanza y ideas de suicidio.
- La ansiedad social (evitación de relaciones interpersonales).
- La ansiedad y el malestar asociado a la experiencia de síntomas psicóticos (miedo, rabia, vergüenza).

En el primer episodio psicótico

- La depresión post-psicótica (con riesgo de suicidio elevado).
- Las reacciones traumáticas, en forma de imágenes perturbadoras en torno al primer episodio y al tratamiento
- El marcado temor a la interacción social (p. ej., trastorno de ansiedad social).

La presencia de estos trastornos aumenta la transición a la psicosis, en estados prodrómicos de alto riesgo, y la probabilidad de recaída tras un primer episodio.

Ventajas de la intervención precoz

Reducción de la morbilidad
Mantenimiento de las habilidades sociales
Preservación de los apoyos familiares y sociales
Disminución de la necesidad de hospitalización
Recuperación más rápida
Mejor pronóstico

Consecuencias de retrasar el tratamiento

Recuperación más lenta y menos completa
Peor pronóstico
Mayor riesgo de depresión y suicidio
Interferencia con el desarrollo psicológico y social
Alteración de las relaciones sociales y con la familia
Pérdida de apoyos familiares y sociales
Alteración de las actividades escolares y laborales
Abuso de substancias
Conductas violentas y delictivas
Hospitalización innecesaria
Pérdida de auto-estima y confianza en uno mismo
Aumento del coste del tratamiento