Directrices Clínicas para la Intervención Temprana en Psicosis
ha tomado como referencia las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y de la Asociación Internacional de Psicosis Temprana (IEPA) para estructurar la labor y organización de los servicios:
- Mejorar el acceso a servicios de atención temprana en psicosis.
Crear, para ello, en los dispositivos de atención primaria equipos que faciliten un enganche rápido y más efectivo de la población juvenil con características de riesgo. Los objetivos son reducir el periodo de psicosis no tratada, favorecer la aceptación voluntaria del tratamiento y reducir las tasas de suicidio en los dos años siguientes después del diagnóstico de psicosis.
- Favorecer el conocimiento de la población general sobre la psicosis, su detección temprana y su adecuado manejo.
Se recomienda que la educación reglada debiera permitir a todos los adolescentes conocer qué es la psicosis y cómo debiera abordarse; para lo cual es necesaria la formación específica de profesores y de responsables de otras organizaciones sociales.
- Favorecer la recuperación mediante estrategias que promuevan una imagen positiva de la psicosis.
El objetivo es conseguir una pronta incorporación al trabajo o al estudio de las personas afectadas, y un nivel de satisfacción en dichas actividades al cabo de dos años equivalente al de la población de su misma edad y sexo.
- Favorecer el enganche y el apoyo de las familias.
Mejorar el acceso a la información y educación de los familiares, y proporcionarles apoyo social, económico, práctico y emocional de forma rápida.
- Desarrollar programas específicos de formación de los profesionales de los servicios sanitarios de atención primaria.
Formación continuada relativa al reconocimiento, cuidados y tratamiento a los jóvenes con psicosis.