Importancia de la identificación de los síntomas prodrómicos
Tres tipos de investigaciones han sido llevados a cabo para la detección precoz de la psicosis:
- Estudios sobre los signos tempranos o prodrómicos de la psicosis.
- Estudios sobre el primer episodio clínico de psicosis.
- Estudios de alto riesgo.
Los estudios sobre los primeros signos y síntomas prodrómicos, se dirige a identificar tempranamente a personas que no presentan claros síntomas de psicosis, aunque sí cambios no específicos en la conducta o características atenuadas del trastorno. Sin embargo, la utilización de esta estrategia para selección de los casos podría dar lugar a la inclusión en programas de tratamiento de personas que no lo necesitan (es decir, "falsos positivos"), si no se efectúa una observación cuidadosa de cada caso.
Los estudios sobre el primer episodio pretenden en identificar a las personas que manifiestan ya el trastorno lo antes posible, tan pronto como se inicia la psicosis. El principal propósito es reducir el periodo de la psicosis no tratada y el intervalo de tiempo que va desde su aparición al comienzo de un tratamiento efectivo, con el fin de mejorar la evolución clínica.
Los estudios de alto riesgo se centran en las fases muy anteriores a la aparición de los signos del trastorno y se llevan a cabo con familiares de primer grado de los pacientes. Su objetivo principal es la identificación de rasgos o marcadores fenotípicos que, utilizados conjuntamente con la proximidad genética, puedan predecir el riesgo de psicosis y reducir los falsos positivos. Los marcadores son rasgos estables, supuestamente relacionados con la biología del trastorno:
- Marcadores premórbidos bio-conductuales (anomalías atencionales, en el seguimiento ocular y en funciones neuropsicológicas fronto-temporales (la memoria operativa y las funciones ejecutivas).
- Factores prodrómicos de riesgo (disminución de la concentración y de la motivación, humor depresivo, trastornos del sueño, ansiedad, aislamiento social, suspicacia, deterioro del rol funcional e irritabilidad), a la vez que los criterios del trastorno de la personalidad esquizotípica (conducta peculiar; acentuado deterioro en la higiene y aseo personal; afectividad aplanada o inadecuada; lenguaje digresivo, vago, sobre-elaborado o circunstancial; pobreza del lenguaje o de su contenido; creencias raras o pensamiento mágico; experiencias perceptivas inusuales), añadiendo el estrés familiar, problemas perinatales y anomalías físicas menores.
- Déficit en habilidades sociales, de inicio típicamente en la adolescencia, que continúa en edades posteriores en forma de aislamiento social y pobre capacidad para procesar señales e información interpersonal.
MARCADORES FENOTÍPICOS DE VULNERABILIDAD A LA PSICOSIS
- Déficit cognitivos
- Vigilancia o atención sostenida (CPT)
- Rapidez en el procesamiento visual (Amplitud de aprehensión; Enmascaramiento retroactivo)
- Atención selectiva y distraibilidad; procesamiento de estímulos complejos (interpretación de contextos)
- Alteraciones neurofisiológicas
- Respuesta de habituación reducida (reflejo de sobresalto)
- Alteraciones en la inhibición sensorial (sensory gating) (P50)
- Cambios en los potenciales evocados (P300; Mismatch negativity)
- Cambios en el seguimiento ocular y tareas antisacádicas
- Déficit en la respuesta de orientación ante sucesos ambientales (en la habituación de la conductancia de la piel)
- Cambios en la conducta y la personalidad
- Reducción de la respuesta emocional
- Aislamiento / Anhedonia social
- Características esquizotípicas, etc

Investigaciones recientes han permitido apreciar que las psicosis, especialmente las alteraciones del espectro esquizofrénico, pueden predecirse consistentemente a partir de síntomas ya presentes años antes de su manifestación clínica, incluso durante la infancia. Aunque el periodo prodrómico en la psicosis esquizofrénica incluye un promedio de dos años, desde el comienzo de los primeros cambios apreciables hasta la aparición de síntomas psicóticos claros, los cambios cognitivos y/o perceptivos encubiertos normalmente preceden a los síntomas manifiestos.